QUIÉNES SOMOS

El 29 de febrero de 2012 cierra la Comunidad Terapéutica El Batán y un grupo de trabajadores/as y afectad@s por el cierre de recursos de la red de drogas decide encerrarse para visibilizar la gravedad de la situación. Un mes después, y viendo el éxito y los apoyos con los que contamos, nace la ASOCIACIÓN GARALDEA. Ahora luchamos por la cesión del espacio para poder llevar a cabo nuestro proyecto, basado en la vida comunitaria, la horizontalidad y la solidaridad. Porque creemos que podemos crear un espacio de convivencia donde todos/as aportemos y aprendamos en común.GARALDEA es la "casa de tod@s".

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jueves, 29 de marzo de 2012

MALLA


Hay en mi historia una cadena de culpas realmente curiosa, es decir, a pesar de que las acciones de una persona son en su inmensa mayoría soberanas, tendemos a buscar a posteriori un culpable de nuestra desgracia.

Yo soy un eslabón en esa cadena, tengo a mi culpable y a mi víctima; mi víctima es Beatríz, una chica a la que conocí demasiado joven como para que se previniera contra los de mi calaña, ella es mi víctima en la cadena.

Recientemente he contactado con mi culpable, se trata del que me acompañó en mis momentos iniciales de consumo tozudo, creo que fue, como en tantas otras ocasiones, ocasiones oídas o vividas, un caso de asociación para consumir.

Cuando estás inmerso en la vorágine de la droga confundes en muchas ocasiones la amistad con estas asociaciones, o una amistad se transforma en una asociación, o una relación cordial se confunde con amistad por la fuerza de un mal común.

Por uno de estos caminos que abren las listas de distribución de mails de un amigo, llegué al tercero en liza, que junto con mi culpable campaba conmigo en la noche Madrileña de los noventa, y a través de este llegué a mi culpable.

He hablado con él por teléfono, está bien, le costó mucho salir, pero salió y hasta formó una empresa que le funciona de lujo en todos los sentidos, le da estabilidad, dinero y hasta amor, trabaja en ella con su actual pareja.

He quedado con él para comer un día de la semana que viene, supongo que como en encuentros de este tipo, hablaremos de los tiempos pasados, de los ausentes, y nos 
pediremos perdón mutuamente.

Por teléfono note, vagamente, que él piensa que tiene algo de culpa, yo tal vez hace años le hubiera culpado, pero ahora sé que es una ilusión, una narración histórica falsa, él no es culpable, yo no soy culpable...¡años de terapia para saber que esto es así!...pero en esta cadena todos sentimos el pinchazo que nos deja la culpa.

Esta cadena es en realidad una malla, puesto que no siempre tu víctima te identifica como su culpable, y tu culpable rara vez siente que te debe algo.
A mí me ha llegado desde el otro lado del mundo una sincera disculpa por parte de alguien que me sentía como su víctima, y a quién yo nunca identifiqué como culpable.

Supongo que también hay agujeros en esta malla, de muchos que no consideran a nadie como su víctima y/o no identifican a nadie como su culpable.

Escrito por Joaquín Navarro Entrada original

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