QUIÉNES SOMOS

El 29 de febrero de 2012 cierra la Comunidad Terapéutica El Batán y un grupo de trabajadores/as y afectad@s por el cierre de recursos de la red de drogas decide encerrarse para visibilizar la gravedad de la situación. Un mes después, y viendo el éxito y los apoyos con los que contamos, nace la ASOCIACIÓN GARALDEA. Ahora luchamos por la cesión del espacio para poder llevar a cabo nuestro proyecto, basado en la vida comunitaria, la horizontalidad y la solidaridad. Porque creemos que podemos crear un espacio de convivencia donde todos/as aportemos y aprendamos en común.GARALDEA es la "casa de tod@s".

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domingo, 25 de marzo de 2012

UNA VISIÓN DINÁMICA Y SOCIAL DE LAS ADICCIONES



Desde una visión  dinámica de las adicciones, en su sentido psicológico, podemos partir también de la particular relación que un sujeto establece con una sustancia o actividad adictiva, de la que extrae una satisfacción. Esto nos llevará a determinar la función que desempeñan dichas adicciones. De esta función nos habla Ernesto G. Sinatra, en su artículo “Variantes del argumento ontológico de la Modernidad”. En este artículo, se alude a la posición subjetiva de cada sujeto adicto. No se trata entonces de las drogas, como objetos de consumo  externos al sujeto, ni tampoco exclusivamente de la neuroquímica del cerebro, sino de la elección que está haciendo el sujeto, traducida en términos lógicos y subjetivos, es decir, no en todos es igual, se trata de despejar qué lugar ocupa esa droga-actividad adictiva en la economía de “goce” del sujeto. Desde esta visión podemos precisar una serie de puntos:


*     Los objetos drogas como taponamiento del malestar. Es una forma de no querer saber sobre este malestar, antes incluso de que pueda aparecer. (consumo de drogas en adolescentes)


*     La relación con estos objetos-drogas imposibilitan la relación con el otro. Una especie de goce autista, por parte del sujeto.


*      De cara a posibles tratamientos: Desde la elección que el sujeto hizo por drogarse, inscrita cómo hemos comentado en una lógica, a la decisión de un ideal de abstinencia, hay un recorrido, que necesariamente pasa por elaborar y comprender qué es lo que ha pasado en esa elección de “drogarme”. No solamente miro lo mal que estoy y enseguida concluyo con abstenerme, hay un paso intermedio que clarifique la función, antes mencionada.


*     Se hace por tanto necesario, en el tratamiento con sujetos adictos, no sólo controlar el entorno, la prevención de recaídas sino también, explorar las dinámicas familiares que son generadoras siempre de estructuras de funcionamiento y de las elecciones que en un momento determinado hace el sujeto.  


Nuestra sociedad occidental lleva  demasiado tiempo, produciendo un exceso de casi todo. No se trata de satanizarla, sin más, pero sí de llamar nuestra atención sobre las velocidades vertiginosas de los objetos de consumo, produciendo un placer inmediato que no se sacia con nada. Nuestra tragedia, como civilización, es que simplemente, nos entra más “hambre”. Estamos expuestos todos los días a cientos de alimentos comerciales, cuidadosamente diseñados como el casino de Las Vegas, rodeados también de innumerables ruidos y sonidos, ropa, coches, en fin la serie es interminable. Hemos perdido la capacidad de sentir placer antes aspectos de la vida mucho más sutiles. La oferta que el consumo promueve de forma deliberada,  no permite la aceptación de un malestar, consustancial a la vida, no tolera ningún signo de sufrimiento, por más leve que este sea, creando el caldo de cultivo adecuado, para las píldoras de la felicidad, que son la otra forma del consumo de drogas legales, los llamados psicofármacos, que en muchos casos dejan a los sujetos en un escenario de no confrontación con el dolor vital. No se trata de una especie de masoquismo, ni de un sufrimiento gratuito, sino de confrontarnos con algo que nos concierne como seres humanos. Este estado de cosas, adopta la forma de una progresiva demanda infantil, que nunca se ve satisfecha. El trabajo con personas adictas, demuestra de manera  contundente, la necesidad de devolverles a un lugar de responsabilidad, en donde las demandas se conviertan en acciones responsables y el dolor vital en algo que juega a su favor y no en contra.
Por lo tanto, para que el sujeto "adicto", realice una elaboración, que pueda hacer comprensible para él mismio la lógica que le ha llevado a consumir, necesita tiempo y esto es absolutamente incompatible, con algo que he leído en este blog, de manera tremendamente acertada, NO SE PUEDEN APLICAR TRATAMIENTOS EXPRES. Las administraciones, por criterios económicos, no de reformas sino de recortes, están contagiadas de VELOCIDAD, PRAGAMATISMOS PRENICIOSOS, que van directamente abocados al fracaso en los tramientos en drogodepencias.
Marian, psicóloga, psicoterapeuta.
Un abrazo grande a GARALDEA.

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